Caso práctico

En el siguiente caso práctico, te ponemos un ejemplo completo para que puedas entender mejor nuestra manera de trabajar, cómo podemos ayudarte y hacerte una idea aproximada de los costes de nuestros servicios.

Me llamo Francisca y tengo 59 años

Me puse en contacto con la doctora Laia Grau porque tenía fuertes dolores de cabeza que me impedían hacer una vida normal con mi familia y en el trabajo. 

Los dolores empezaron hace 8 años pero los últimos tres me estaba afectando mucho más. 

Había ido a otros médicos pero la verdad es que no acababa de mejorar. 

Notaba fuerte dolor en la parte derecha de mi cabeza y además tenía nauseas y vómitos. Me molestaba tanto la luz y el ruido que incluso me tenía que acostar.

Fui a la consulta acompañada por Lucio, mi marido, que también se ha visto afectado por mis dolores de cabeza porque sobre todo los últimos tres años, casi no podíamos hacer ningún plan fuera de casa ni quedar con amigos. Es más, era muy raro que no tuviéramos que cancelar los pocos planes que organizábamos. 

Al principio sentía pena por mí pero después, viendo que yo siempre estaba tan mal, nuestra relación se empezó a resentir y las discusiones eran cada vez más frecuentes. El ambiente en casa no era bueno y nuestras tres hijas también empezaron a sufrirlo.

Por suerte, Family Mental Care estudió mi caso de manera integral tratando en primer lugar la causa de la visita, es decir, el fuerte dolor de cabeza pero también el impacto que ese dolor estaba teniendo en mi vida personal y laboral.

La doctora Laia Grau me hizo unas serie de pruebas exhaustivas y finalmente me explica que el tipo de dolor de cabeza que tengo tiene un componente hereditario, se llama migraña y actualmente hay una nueva terapia que me aconseja que siga porque el tratamiento que llevaba hasta ahora con fármacos que incluían la toxina botulínica no me estaba haciendo el efecto deseado.

El nuevo tratamiento es una terapia con anticuerpos monoclonales. 

Me explica de una manera sencilla que yo pueda entender perfectamente, que mi migraña, se produce porque en mi cerebro se liberan entre otros, una serie de elementos llamados mediadores entre los que destaca el CGRP que participa en la transmisión del dolor, cuyo nivel aumenta durante las crisis de migraña

En los últimos años, la investigación clínica ha permitido el desarrollo de anticuerpos monoclonales (AMC) específicamente diseñados para la prevención de la migraña, que bloquean el CGRP y la doctora Laia Grau considera que este tratamiento es el más aconsejable.

Le comento que estoy muy preocupada porque los dolores de cabeza no me permiten trabajar con normalidad. Trabajo en una consultoría. Soy ingeniera y ya no puedo dar el servicio al que estaban acostumbrados mis clientes, porque tengo que coger bajas laborales con demasiada frecuencia. 

Por suerte tanto la doctora Laia Grau como su hermana, Lara Grau doctora en psiquiatría, son peritos médicos tituladas. Por eso pudieron realizar un informe pericial donde se razonaba desde el punto médico que yo no podía trabajar con la eficacia que requería mi profesión. 

Gracias a ese informe médico conseguí la incapacidad laboral absoluta que la misma Doctora Grau se encargó de explicarme en qué consistía y cómo solicitarla. 

Me recomendó un abogado para cubrir la parte estrictamente legal, y ella realizó mi informe pericial. En dicho informe, detalló tanto la enfermedad como sus implicaciones en mi día a día. El día que nos convocaron al juicio que ganamos como ya he comentado, la Doctora Grau acudió al juzgado para defender mi incapacidad laboral.

El proceso de la incapacidad duró 8 meses a lo largo de los cuales tuve varias dudas administrativas. Resolverlas fue tan fácil como mandar un mail o un WhatsApp a Family Mental Care y esperar la respuesta en menos de 48 horas

De manera paralela a todo este proceso, le sugirieron a mi marido que iniciara un proceso de coaching para superar el bloqueo que tenía conmigo y que también le estaba afectando a él personal y laboralmente.

Se nos dijo que a medida que yo notara la mejoría con el nuevo tratamiento, mi estado de ánimo también lo haría y que el resto de la familia se iba a reequilibrar. 

Pero aún así, era conveniente que mi marido consiguiera mejorar su percepción de situación negativa e injusta de la que se quejaba y que lógicamente había afectado a su estado de ánimo durante muchos años.

Así lo hicimos. 

Aproximadamente tras 3 meses de tratamiento, la frecuencia del dolor empezó a disminuir. Dejó de ser mi preocupación constante de cada día y me empecé a sentir liberada y con mejor humor. 

Desde Family Mental Care me hacían un seguimiento periódico para controlar la eficacia del tratamiento y ajustarlo si era necesario.

Esos 3 meses de tratamiento coincidieron con las 4 primeras sesiones de coaching que Bego Larriba, coach de Family Mental Care compartió con Lucio y que logró que el problema se reenfocara para beneficio de mi marido, que empezó a mostrarse más positivo. 

Se valoró la posibilidad de hacer sesiones conmigo y con nuestras hijas pero no vimos la necesidad de que las chicas lo hicieran porque ya estaban respondiendo positivamente a nuestro cambio de actitud. 

Sí nos pareció conveniente que una vez que mi marido acabara el proceso, yo hiciera un proceso más reducido. El objetivo era que, igual que él había hecho, yo reenfocara la situación vivida y en adelante, pudiera relacionarme de una manera más amable conmigo misma y con los demás. 

A día de hoy he conseguido mejorar mis síntomas. Percibo una pensión por incapacidad permanente y además hemos mejorado nuestra relación familiar. 

Uno de los aprendizajes de esta experiencia es que mis dolores de cabeza solo me dolían a mí pero afectaban a toda mi familia. 

Creo que tenerlo en cuenta nos ha ayudado a toda la familia.

A mis hijas y marido, mucho, porque se ha tenido en cuenta que su vida también se estaba viendo perjudicada y han tenido su espacio para quejarse, expresarlo y ponerle remedio.

Y a mí totalmente por varias razones: he recibido el tratamiento médico preciso para mejorar mis síntomas. Me han dado el asesoramiento legal adecuado para conseguir la incapacidad. Y después de una época complicada en casa, mi familia también se ha sentido apoyada y acompañada en todo el proceso. Así han podido ayudarse a ellos mismos y ayudarme mejor en mis momentos más difíciles haciendo que me sintiera mejor y de rebote, estando ellos menos estresados y más tranquilos. 

Precios orientativos:

  • Proceso de 8 sesiones de coaching: 640€
  • Realización de informe pericial y asistencia a juicio: 500€
  • Primeras consultas Doctora Laia Grau: 100€
    Consultas sucesivas: 80€
  • Primeras consultas Doctora Lara Grau: 100€
    Consultas sucesivas: 80€

Ponte en contacto con nosotras y responderemos a todas tus dudas.

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